Hace un par de meses tuve un golpe con una furgoneta de la empresa. Mi jefe se enfadó mucho e incluso me amenazó con un despido. Me dijo que esa furgoneta le había costado mucho dinero y que yo casi le había llevado a la ruina porque el seguro le había dado siniestro total. La verdad es que me quedé a cuadros. Pero lejos de buscar excusas, o de rogarle clemencia, decidí ofrecerle una idea para mejorar el servicio. Así que sin dudarlo le espeté: “¿Y por qué no alquilas?”. Su cara fue un poema.
Al principio yo creo que no me hizo ni caso, pro yo insistí. Está claro que en España se mantiene una cultura de comprar y de odio hacia lo alquilado, que aún persiste. El ejemplo más claro lo tenemos en la compra de viviendas. Aún hay gente que se piensa que alquilar una casa es tirar el dinero. Claro, es mejor comprar y decirle a tus padres o incluso peor a tu abuela que sea tu avalador. Luego, cuando no puedes pagarlo, pues el banco es el malo porque echa a tu pobre abuela de su casa de toda la vida. Esos hay que pensarlo.
Pues bien, en el sector del automóvil pasa igual. Afortunadamente con el paso de los años ya menos. Yo fui a ver a un amigo que trabaja en Mouronte, una empresa de alquiler de vehículos y le pedí presupuesto de una furgoneta. La verdad es que esta empresa funciona muy bien y no he escuchado nada malo de ella. Tienen a disposición de los clientes una amplia gama de vehículos tanto en turismos (lujo, berlinas y utilitarios), como en vehículos comerciales (Furgonetas de carga y pasajeros hasta 9 plazas). Por lo que muy mal se le tenía que dar a mi jefe para no encontrar lo que buscaba.
De esta manera le hice entender que el vehículo de alquiler a largo plazo es una opción muy interesante. Sobre todo para empresas, autónomos y algunos particulares. Ellos se encargan de todo tipo de mantenimientos, seguros, averías, impuestos, vehículo sustitutivo, etc, por una cuota mensual que puede ir desde los 350 euros al mes dependiendo del vehículo y kilómetros a recorrer. Y una cosa que también le sorprendió a mi jefe, con grandes deducciones fiscales.
Echa cuentas
Fue fácil de hacerle las cuentas. El dinero que tenía que reembolsar por el vehículo, luego la gasolina, seguros, impuestos, etc. Además tienes la posibilidad de que sale una furgoneta mejor, pues es tan fácil como cambiarte. De esta manera le acabé convenciendo porque está claro que mantener un vehículo no sale barato.
Ahora llevamos ya cerca de un año con una Fiat Ducato con la que podemos hacer perfectamente todos los pedidos. Su cartera lo ha notado. Así que ahora cuando tiene un buen día, o por ejemplo en la pasada cena de empresa, me hace chascarrillos del tipo “en la hora que te diste el golpe”. Eso sí, como tenga un mal día, lo mejor es no sacarle el tema.
Como puedes ver, la opción de alquiler coches para una empresa se debería tener mucho más en cuenta. Al final es ahorrarte dinero y como se puede comprobar, también en el mundo de la vivienda.