Muchas veces no vale con ser el mejor, sino de te rodeas de también los mejores. Lo podemos entender con un ejemplo futbolístico. Ponemos a Leo Messi, el mejor jugador del mundo, a jugar en un equipo de Tercera División (preferimos no dar nombres). ¿Qué crees que va a hacer? Pues como mucho meter unos cuantos goles, pero cuando haya que defender las carencias serán las mismas. ¿No crees? Pues en el mundo de la restauración pasa lo mismo, muchas veces queremos ser los mejores, y nos damos cuenta de que para hacerlo, hay que contar con los mejores.
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