Suponemos que algunas de las personas que os hayáis planteado empezar a leer este artículo os habréis sentido asustadas alguna vez en vuestro puesto de trabajo al pensar que era posible que la empresa para la que prestáis vuestros servicios pudiera verse en riesgo de bancarrota. Es un pensamiento que no os debe avergonzar. Todo el mundo tenía sensaciones de este estilo durante la crisis económica surgida en el año 2008 y, además, esas sensaciones se han repetido durante la última crisis económica de gran entidad, la surgida durante el coronavirus. No es para menos.
Está claro que estamos viviendo una situación económica que es difícil y que no nos está dejando demasiadas buenas noticias en la última década y media. De los últimos 15 años, podríamos decir que, económicamente, buenos han sido 3 ó 4, los que se encuentran entre 2016 y 2019. En este contexto, es lógico que haya empresas que hayan estado sobre el alambre y que hayan empezado a tener motivos para cerrar sus puertas. Y eso, como es lógico, no supone una buena noticia para la economía y tampoco para la sociedad de este país. Más bien al contrario.
En una noticia que vio la luz en la página web oficial de El Confidencial se aseguraba que el riesgo de quiebras masivas entre las empresas españolas estaba amenazando la recuperación económica después del coronavirus. En total, las empresas europeas necesitaban 600.000 millones de euros para intentar frenar estos problemas, problemas que han sido recurrentes en todos los sectores y que seguro que han dejado a muchas personas en la estacada. La verdad es que es una verdadera lástima que así sea y hay que evitar en la medida de lo posible que estos problemas sigan siendo habituales entre las empresas.
¿Qué es lo que necesitan las empresas en un momento como este para evitar dejar de lado los problemas de liquidez y los riesgos de quiebra a los que se enfrentan en los tiempos que corren? Un plan de negocio, una reestructuración empresarial o una planificación estratégica son asuntos que hay que tratar y que pueden hacer posible que la entidad obtenga beneficios en el corto plazo. Los profesionales del han asegurado varias veces que, a raíz del coronavirus, han sido muchas las empresas que han recurrido a sus servicios para intentar remontar una situación que ha sido complicada.
Lo que no puede hacerse bajo ningún concepto es permitir que una empresa muera. Ocurre en muchas ocasiones que hay emprendedores que saben de sobra que su empresa se va a pique, pero que no hacen mucha cosa por evitarlo y que esperan una especie de milagro que nunca va a llegar si no ponemos los medios para hacerlo posible. Cambiar de planes y modificar estrategias es una necesidad que muchas veces proporciona resultados inesperados y que permiten que una entidad sobreviva a una y mil dificultades. Hay mucha gente que seguro que puede dar fe de ello.
La quiebra de empresas afecta directamente a la sociedad
La relación entre la economía y la sociedad es mucho más fuerte de lo que suele darse por sentado. Ni que decir tiene que existe una conexión entre ambas cuestiones, sobre todo por el hecho de que disponer de una economía más sólida hace que la vida de la gente que compone la sociedad sea algo mejor. Precisamente por eso es importante dotar a las empresas de esa estabilidad que venimos reclamando y que se desprende de todos esos ajustes y cambios de los que hemos hablado.
En una noticia que vio la luz en la página web Vozpópuli se indicaba que uno de cada siete españoles trabajaba en una empresa que cuenta con riesgo de quiebra. Os podéis imaginar que una situación como la que os estamos describiendo genera una gran cantidad de problemas e inseguridades entre esas personas trabajadoras que desconocen cuál va a ser el futuro inmediato de su vida laboral. Está claro que hay que hacer todo lo posible por garantizar ese futuro y hacer que sea lo más halagüeño posible. Y muchas empresas se deben plantear una reformulación de su estrategia para ello.
Estamos seguros de que muchas entidades españolas van a conseguir muchos de sus propósitos a medio y largo plazo precisamente gracias a cuestiones como a las que nos estamos refiriendo a lo largo de todos estos párrafos. Desde luego, estamos convencidos de que una mejora en este sentido traerá muchas consecuencias positivas para la economía de este país y para todas las personas que vivimos en el interior de sus fronteras. Y de eso está claro que somos todos y todas los que nos beneficiamos. Eso es básico para salir adelante.