Es una realidad que no podemos negar por mucho que nos duela. Pero tenemos que afrontarla y debemos hacerlo de la mejor manera posible. El tema al que nos referimos es el divorcio, que se ha convertido en una realidad en prácticamente todas las familias en España. Todos y todas tenemos un familiar que ha tenido que pasar por este mal trago y que ha terminado dando por finalizada una etapa matrimonial que, en muchas ocasiones, se extiende por décadas y no simplemente por años. Desde luego, los datos así no los podemos obviar.
Una cosa os vamos a decir y que lo sentimos como tal: menos mal que existe el divorcio en España. Ya sabéis que esto no ha sido así toda la vida porque hemos pasado por una etapa (el Franquismo) en la que el divorcio no estaba permitido. De hecho, y para ser más exactos, la mayoría de la Historia ha estado copada por etapas en las que el divorcio no estaba permitido. ¿Os imagináis que fuera así todavía en los tiempos que corren? La verdad es que la vida sería un auténtico infierno que así fuera. No podemos estar ligados toda la vida a la misma persona por el simple hecho de que la religión así lo diga.
España es uno de los países en los que más divorcios existen en toda la Unión Europea. Una noticia publicada en la web del diario ABC informaba de que, en efecto, estábamos entre los diez primeros países de la lista en este sentido y en este ámbito geográfico. Usamos mucho un elemento como el divorcio y lo cierto es que la mayoría de las personas, una vez que se divorcian, manifiestan que su calidad de vida ha mejorado. Por eso decíamos antes que menos mal que disponemos de una alternativa como esta para cuando nuestro matrimonio no funciona como queremos. ¿Que es una pena que no funcione? De acuerdo. Pero hay que tomar medidas para solventar ese asunto y que no nos fastidie para el resto de nuestra vida.
En otra noticia, en este caso publicada en un la web de Europa Press, se indicaba que los divorcios en España se habían reducido hasta los 91.000. ¡Pues menos mal que se han reducido! Lo cierto es que las cifras asustan y no cabe la menor duda de que hay muchas parejas que han decidido optar por esta vía para dejar de lado una etapa de su vida y empezar otra que les pueda ser mejor. Si el divorcio no estuviera permitido en nuestro país, no cabe duda de que esas 182.000 personas vivirían infelices. Y no es plan que así sea.
Con las tremendas cifras que existen en relación al número de divorcios que hay en España, no nos extraña en absoluto que numerosos gabinetes de abogados hayan incorporado especialistas en lo que tiene que ver con ese asunto. Nos lo han confirmado desde Peñalva Abogados, que han visto cómo se ha triplicado el número de solicitudes de divorcio en los últimos dos años. Se trata, sin duda, del proceso legal en el que más veces interviene un abogado a lo largo de su trayectoria profesional. Por eso, los gabinetes siempre van a necesitar especialistas en esta materia para ver mejoradas sus opciones de desarrollo empresarial.
Un proceso que va a seguir siendo recurrente
Es mejor que contemos la realidad tal y como es y tal y como creemos que va a ser, aunque no nos guste oír malas noticias. El divorcio va a seguir formando parte de la realidad en la que nos movemos, así que seguramente alguien de nuestro entorno más cercano decida divorciarse de su pareja en algún momento. Es posible que incluso seáis vosotros o vosotras mismas las que paséis por ese proceso. Contaros una cosa diferente sería mentir. Y no estamos aquí para eso ni mucho menos.
Lo que hoy es blanco mañana puede ser negro y eso es lo que ocurre con los matrimonios ya no solo en España, sino en el resto del mundo. No toda la gente en el mundo tiene la opción de desvincularse de su pareja cuando las cosas no van bien y debemos ser lo suficientemente inteligentes como para valorar eso y saber que esa es una de las claves por las cuales en España se vive con cierta tranquilidad. La verdad es que la vida, de otra manera, sería absolutamente insoportable. Por desgracia, mucha gente nos lo puede confirmar.
Hay que seguir trabajando en proporcionar a las personas una vía para divorciarse que, por supuesto, sea legal, pero que también sea rápida. No puede ser que un proceso de este tipo se alargue por los siglos de los siglos. Y para ello hay que saber en quien confiar. Hay muchos abogados, y muchos de ellos conocen cómo es el proceso. Pero conocer el proceso no es lo mismo que conocer de qué maneras se puede agilizar ese proceso, que es de lo que estamos hablando ahora. Esperamos que todo el mundo sea capaz de encontrar a ese profesional que le consiga un divorcio fácil y, a poder ser, barato.