Desde hace unos años la industria está viviendo en primera persona una nueva revolución industrial y es que el avance tecnológico de los últimos tiempos está ocasionando que los procesos de trabajo se aceleren a pasos agigantados mediante nuevas creaciones que son producto de la investigación y desarrollo. Estas novedades a menudo tienen utilidades más allá del uso industrial y es que técnicas como la termografía han sabido buscar su hueco en la vida cotidiana y con ello su presencia en nuestro día a día es más habitual de lo que cualquiera de nosotros creamos.
A los que somos aficionados a los deportes de motor no nos extraña ver en mitad de las carreras, de las que vemos por televisión, infografías o dobles pantallas en las que los realizadores de la cobertura televisiva nos ofrecen datos sobre la temperatura de los neumáticos en tiempo real mediante un gráfico de colores, siendo el morado el más cálido pasando por tonos rojizos, anaranjados, amarillos y concluyendo en el negro que es el color base del neumático y que significaría que su temperatura es baja. La tecnología que hace posible que nosotros podamos disponer de esta información complementaria que se añade a la cobertura televisiva es la termografía, y es que basta con poner una serie de cámaras térmicas en las monturas que nos ofrezcan imagen en tiempo real de la gradación para así poder superponer una imagen sobre otra y ver en nuestras casas a que grados tienen las cubiertas los distintos monoplazas.
Además del mundo de la competición, las cámaras termográficas las podemos encontrar entre las herramientas habituales de un calefactor por poner un ejemplo simple y es que nadie mejor que él para saber en qué punto de las viviendas tenemos más o menos calor y por donde se escapa para así instalar los radiadores.
Industria
La industria, como comentábamos al inicio, también es consciente de los avances que esto supone y en instalaciones como centrales térmicas estas cámaras son de vital importancia para controlar la temperatura de todos los puntos calientes que en su área se puedan hallar y así tener toda la infraestructura bajo un control seguro permitiendo así su funcionamiento con total normalidad.
Las empresas fabricantes de automóviles y más concretamente las motoristas son unas grandes utilizadoras de esta tecnología, y es que al crear un motor nuevo, además de buscar reducir costes, pesos y tamaño, también se busca que la temperatura que puedan llegar a albergar en su interior no sea superior a la resistencia de los materiales de los que está hecho para evitar deformaciones y posteriores problemas, es por tanto, que la importancia de saber la temperatura exacta a la que trabaja la unidad de potencia es clave para un buen desarrollo de la motorización.
Por estos motivos que os hemos señalado anteriormente la importancia de la tecnología termográfica ha sido un avance muy representativo en la industria y en nuestro día a día. En España, para ello, contamos con Ibertronix, una ingeniería especializada en la medición de temperatura mediante sistemas termográficos y pirómetros infrarrojos y en la visualización en el interior de hornos, que nos ofrece un sinfín de soluciones para hacer nuestro trabajo diario un poco más fácil.