Nos encontramos en un momento en el que la seguridad jurídica se ha convertido en uno de los principales asuntos que ha de ser controlado por una empresa. El año pasado, con la llegada de la Ley de Protección de Datos, todo el mundo empezó a ser consciente de que la legislación va en serio con este tema y que hay que prevenir todo lo necesario que evitar tener problemas de este tipo. Es evidente que este solo es un punto de varios y que la función consistente en prevenir problemas jurídicos ha de ser mucho más completa.
Cualquier emprendedor o empresario que no tenga en cuenta estas recomendaciones puede tener problemas graves. Y más pronto que tarde. Por eso es conveniente que tengamos un colchón, una seguridad que se personifique a través de un abogado y que permita que la empresa no incurra en asuntos que puedan provocar una multa bestial que impida que el correcto desarrollo de la actividad para la que fue creada se vea dinamitado. Precisamente por este tipo de cosas ha aumentado la inversión en materia jurídica realizada por las empresas españolas durante el último año.
La verdad es que las empresas españolas pueden considerarse afortunadas respecto al tema del que venimos hablando. ¿Por qué? La respuesta nos la ofrece una noticia publicada en el diario El País, en concreto en su sección Cinco Días. En dicha noticia, se asegura que en el interior de nuestras fronteras hay un total de 12 jueces y 300 abogados por cada 100.000 habitantes. El número de jueces es inferior al de la media europea, pero el de los abogados es bastante importante. Y esa es una muy buena noticia para la posible defensa que intente perpetrar una empresa ante cualquier tipo de acusación.
Para terminar de quedarnos tranquilos con este tema, echemos un repaso al censo numérico de los abogados de toda España, algo que nos permite conocer de primera mano el portal web abogacia.es. Fijaos, por ejemplo, en el número de abogados que existen en la Comunidad de Madrid o en la provincia de Barcelona (76.000 y 24.000, respectivamente). Se trata de números que dejan una cosa clara: siempre habrá un abogado, un gabinete, que pueda proveernos seguridad jurídica ante cualquier tipo de situación. Y esa es una ayuda de lo más valiosa en los tiempos que corren.
Uno de los servicios más demandados por las empresas en los momentos en los que nos encontramos es el que nos pueden ofrecer los abogados. La Ley es un elemento muy volátil, puede cambiar de un modo extraordinario en alguno de sus puntos en muy poco tiempo. Eso genera una necesidad que, ahora mismo, es vital para las empresas. Así nos lo han comentado los profesionales de Tuappbogado, una entidad dedicada a la provisión de abogados especializados en diferentes labores para tratar de que las empresas obtengan la seguridad necesaria para cualquier tipo de problema que pudiera surgir.
La seguridad jurídica es sinónimo de eficiencia
Hablamos de un tema que es realmente desconocido para la mayoría de emprendedores pero que debería ser un conocimiento básico. La seguridad jurídica permite que, en el seno de la empresa, todos seamos plenamente conscientes de las cosas que podemos desempeñar y cuáles son los límites para hacerlo. Eso nos va a permitir no poder tiempo explorando posibilidades al descubrir un camino que sea directo y claro en lo que respecta a nuestro objetivo. Es evidente que eso supone una ventaja que debería ser considerada como sustancial.
No cabe la menor duda de que la eficiencia es la mejor manera de regular que las cosas marchen bien en el seno de una empresa. Y a muchas personas que se encuentran al cargo de las empresas nunca se les ha ocurrido pensar, en la mayoría de los casos, que un conocimiento pleno de la legislación vigente podría ser de mucha utilidad para tratar de alcanzar sus objetivos en un periodo de tiempo lo más reducido posible. La verdad es que la diferencia entre conocer o no la Ley es mucho más grande de lo que nos podemos llegar a imaginar. Los ejemplos son clarificadores en los tiempos en los que nos encontramos.
Ahí radica la importancia de un abogado: no solo en la provisión de esa seguridad jurídica que, como hemos dicho, es imprescindible que sigamos desempeñando, sino también en todo lo que va asociado a esa seguridad, que es la rapidez con la que se opera. Quien sea capaz de comprender este tipo de cuestiones tendrá muchas más posibilidades para seguir creciendo como empresa y tendrá mucho más claro el conjunto de pasos que hay que dar para conseguirlo. Y esa es la mejor arma con la que podemos contar para construir un negocio rentable.