Las empresas necesitan cada vez más medios electrónicos, que puede que gasten poca energía, pero si se conectan mucho se pueden producir notables aumentos en la factura de la luz. Y lo peor de todo es que las empresas cada vez dependen más de los dispositivos electrónicos, hasta el punto en el que llegan a ser imprescindibles.
Ayer mismo se fue la luz de la oficina y estuvimos parados durante una hora hasta que pudieron arreglar el fallo. Todos nuestros programas dependen de un servidor que está conectado a la red eléctrica, y por tanto si éste falla todo nuestro trabajo se ve frustrado. Para los trabajadores puede suponer un tiempo libre, pero para las empresas supone costes por falta de productividad.
Mejorar la eficiencia energética en oficinas es una medida que no requiere mucha inversión, y genera muchos resultados económicos y medioambientales. Hago un inciso para destacar que es importante empezar a poner entre los valores empresariales el cuidado del medio ambiente, ya que dice mucho de la manera de ser de nuestra empresa.
Para comprobar este hecho pongamos los datos sobre la mesa, según WWF España, por cada KWh de electricidad que se ahorra, se evitan las emisiones de 0,343 kgCO2/kWh. Por cada metro cúbico de gas natural que se ahorra, se evita la emisión de 1,7 kg de dióxido de carbono. Por cada litro de gasóleo que se ahorra, se evitan las emisiones de 2,6 kg de CO2. Estos datos reflejan la importancia de controlar la eficiencia energética de nuestra empresa.
El primer paso, para conocer cuál es el grado de eficiencia energética, es cuantificar los consumos de energía y las emisiones de dióxido de carbono. Con estos datos podremos tener una idea de cuál es el objetivo de ahorro posible, y a partir de ahí se empezarán a instala mejoras en la infraestructura, la iluminación, equipos eléctricos o calentadores de agua, para mejorar la eficiencia energética.
Estas cuantificaciones y modificaciones se realiza por empresas como Grupo Navitec, una empresa de reformas en Pamplona integrada por arquitectos técnicos e ingenieros con más de 20 años de experiencia a sus espaldas, con un departamento de I+D experto en realizar estudios del consumo energético del edificio, vivienda, local etc., para determinar cuál es su comportamiento energético y definir las actuaciones para mejorarlo y conseguir un ahorro energético.
La concienciación de los empleados es clave
De nada sirve invertir dinero en eficiencia energética si los trabajadores no incorporan a su rutina hábitos de trabajo más sostenibles. Dar cursillos a los empleados para mejorar sus rutinas y concienciarlos es clave para el éxito de la eficiencia energética. También se puede poner un premio si se mejora la eficiencia energética.
En algunas empresas hay que hacer inversiones considerables, sobre todo si su eficiencia energética de partida era baja. En ocasionas se tendrán que rehabilitar edificios para mejorar su aislamiento, y esto supone un coste considerable. En la mayoría de los casos las inversiones se amortizan rápidamente gracias al descenso de la factura de la luz, y esto se puede calcular mediante fórmulas sencillas.
Para finalizar, es importante que las mejoras técnicas y tecnológicas se combinen con una gestión sólida, y esto se hará comprobando continuamente los gastos y los resultados, lo que nos permitirá detectar posibles fallos en la gestión.