Los suelos técnicos son suelos elevados que se instalan sobre el pavimento original de la oficina sin demasiada obra. Como veremos en este artículo, disminuyen los accidentes de trabajo y modifican el aspecto de las instalaciones. Convierten las oficinas en seguros y confortables lugares de trabajo.
Como nos informan los técnicos de Veima, una empresa de Burgos especializada en mobiliario y equipamiento para oficinas, los suelos técnicos surgen de la necesidad de ocultar la gran densidad de cableado, tuberías y conducciones que hay en una oficina.
Las oficinas son lugares de trabajo, y como tales, no están exentos de que en ellas se produzcan accidentes laborales. El canal de salud IMQ señala que el 25% de los accidentes de trabajo que suceden en las oficinas se deben a tropiezos, caídas y resbalones. Que un trabajador se tropiece con los cables de los ordenadores puede producirle lesiones que lo alejen de su puesto de trabajo durante días o semanas. Las oficinas deben ser lugares limpios y ordenados.
Las caídas son accidentes recurrentes. En nuestro país se producen cada año en torno a 5.000 caídas en los espacios de trabajo, algunas de ellas ocasionando lesiones graves. Tropezar con algún obstáculo que hay en el suelo, con algún desnivel o caerse por las escaleras es algo más habitual de lo que podamos pensar.
Otro de los elementos de riesgo que existen en las oficinas es el cableado. La concentración de cables y enchufes, con conexiones provisionales que se prolongan en el tiempo, es un asunto que requiere atención. En España se producen casi 2.000 accidentes de trabajo anualmente relacionados con elementos eléctricos.
La instalación de suelos técnicos reduce, en gran parte, el impacto de estos elementos de riesgo, ya que discurren por debajo del suelo elevado. En una cámara que se ha formado entre el pavimento original y el suelo superpuesto.
Tipos de suelos técnicos.
No todos los suelos técnicos son iguales. Te explicamos las tres modalidades principales que existen:
- Suelos elevados.
Se instalan por encima del suelo original de la construcción. Están formados por paneles modulares que se apoyan sobre pedestales regulables, creando un espacio vacío entre el suelo original y el suelo elevado. Este espacio se utiliza para pasar tuberías, cables y otros elementos necesarios de la oficina, lo que permite una distribución más flexible del espacio.
- Suelos registrables.
Se parecen mucho a los suelos elevados, pero en lugar de ser modulares, están formados por paneles que se pueden quitar y poner de forma individual. Esto hace que el acceso a las instalaciones debajo del suelo sea más sencillo y rápido. Esto es útil en casos en los que se necesita hacer una reparación o mantenimiento específico.
- Suelos flotantes.
Como su nombre indica, no están fijados al suelo original de la construcción. Están apoyados directamente en una capa de espuma o similar, que los separa del suelo original. Esto permite un aislamiento acústico y térmico adicional. Son adecuados para oficinas en las que se requiere una alta calidad acústica o térmica.
Las principales diferencias entre estos tres tipos de suelos están en su funcionamiento y sus características. Los suelos elevados y los registrables se utilizan comúnmente para hacer que la distribución del espacio sea más flexible y para permitir el paso de cables y tuberías debajo del suelo. Los suelos flotantes, por otro lado, se utilizan principalmente para mejorar el aislamiento acústico y térmico en una oficina.
Materiales.
En cuanto a la estructura, el material más utilizado es los suelos técnicos es el acero galvanizado. Un material resistente y duradero, que lo hace ideal para soportar cargas pesadas y distribuir el peso de los muebles y equipos que se colocan en la superficie del suelo técnico. El acero galvanizado es resistente a la corrosión y a la humedad, lo que lo convierte en una opción habitual para su uso en oficinas y otros espacios comerciales.
Tanto para la estructura como para el revestimiento, también se suele utilizar el aglomerado de madera. Es un material económico, sencillo de encontrar y de fácil instalación y manejo durante la construcción del suelo técnico. Sin embargo, presenta una durabilidad menor y es más sensible a la humedad y la carcoma. No es aconsejable en oficinas en las que hay mucho tránsito de gente o el suelo debe soportar mucho peso.
Respecto al revestimiento se suele emplear cerámica, parquet o moqueta. La cerámica es una opción bastante corriente en los suelos técnicos, ya que es un material duradero y resistente al desgaste. La cerámica es fácil de limpiar y mantener, lo que la hace adecuada para áreas con un alto tráfico de personas.
El parquet es otro material comúnmente utilizado para revestir estos suelos. Especialmente en espacios de oficinas que buscan una estética más elegante y sofisticada. El parquet es resistente y duradero, pero requiere un mantenimiento adecuado para conservar su apariencia y evitar que se dañe con el tiempo.
Algunas oficinas utilizan la moqueta para revestir el nuevo suelo. Sobre todo en áreas donde se busca una mayor comodidad y aislamiento acústico. La moqueta puede ser una buena opción si se desea reducir el ruido y crear un ambiente más tranquilo y relajado, si bien requiere una limpieza especial para que no concentre polvo y ácaros.
Cómo se instala.
Para instalar un suelo técnico hay que seguir los siguientes pasos. Algunos de ellos pueden variar ligeramente, dependiendo del tipo de suelo y el lugar en el que se coloque.
- Preparación del espacio: Antes de comenzar la instalación, se debe preparar el espacio donde se colocará el suelo. Esto debe incluir la limpieza de la superficie, la nivelación del suelo y la preparación de los puntos de acceso para la instalación de las patas de soporte.
- Instalación de patas de soporte: Una vez que se ha preparado el espacio, se colocan las patas de soporte sobre el suelo. Estas patas se fijan en la superficie y se utilizan para sostener la estructura del suelo técnico.
- Colocación de paneles: Después de instalar las patas de soporte, se colocan los paneles del suelo técnico sobre ellas. Estos paneles se ajustan a las patas de soporte y se interconectan para crear una superficie uniforme y sólida.
- Instalación de los soportes: Una vez que los paneles están en su lugar, se instalan los soportes necesarios para asegurar la estabilidad de los paneles. Puede incluir soportes de borde, soportes de esquina y soportes de refuerzo en áreas donde se espera una carga más pesada.
- Instalación de acabados: Finalmente, se instala el acabado elegido para el suelo técnico, como cerámica, moqueta o parquet. El acabado se coloca encima de los paneles del suelo técnico y se fija, generalmente con adhesivos específicos.
Ventajas.
El periódico digital Objetivo Castilla-La Mancha señala que el equipamiento y decoración de las oficinas es determinante en el estado de ánimo de los trabajadores y en su productividad. Después de todo, los oficinistas pasan una media de 7 u 8 horas al día en la oficina. Es como su segunda casa. Necesitan un ambiente en el que se sientan cómodos.
El orden es otro aspecto importante. Además de reducir la siniestrabilidad, crea un ambiente despejado que permite a los trabajadores que se concentren en sus tareas, sin distracciones que los despisten.
En estos dos aspectos, los suelos técnicos desempeñan un papel importante, pero presentan más ventajas interesantes de reseñar:
- Flexibilidad: Los suelos técnicos ofrecen una gran flexibilidad en cuanto a su diseño y configuración, permitiendo a la empresa personalizar el espacio de trabajo según sus necesidades.
- Fácil instalación: Son fáciles de colocar y desmontar. No requieren grandes obras ni modificaciones sustanciales de las instalaciones.
- Aislamiento acústico: Los suelos técnicos reducen el ruido en el ambiente de trabajo, lo que mejora la concentración y la productividad de los trabajadores.
- Mayor confort: Los suelos técnicos pueden proporcionar un mayor confort a los trabajadores, ya que facilitan la instalación de sistemas de calefacción y refrigeración. Incluidas la colocación de suelos irradiadores de calor o sistemas de filtrado y depuración del aire.
- Acceso a cables y sistemas: Estos suelos permiten a los técnicos un acceso rápido a los cables y sistemas de electricidad para su instalación y Lo que mejora notablemente las labores de mantenimiento en la oficina, reduciendo el impacto sobre otras tareas productivas.
Los suelos técnicos se empiezan a utilizar en los años 60 en Estados Unidos. Como una solución para instalar en los edificios de oficinas sistemas de calefacción y de aire acondicionado. Después se hicieron populares en las salas de ordenadores.
Hoy los podemos encontrar en hospitales, colegios, centros comerciales, y desde luego en las oficinas. En donde se ha demostrado que es una opción bastante versátil para el equipamiento de estos centros de trabajo.
Las oficinas modernas son auténticos centros tecnológicos. Para desempeñar su actividad disponen de una alta concentración de equipos informáticos y aparatos eléctricos, cuyo cableado debe quedar oculto para protegerlo, que funcione mejor, y evitar posibles accidentes. Los suelos técnicos son la mejor solución para conseguirlo.