Desde hace ya bien años en el sector de la construcción se emplean diversos componentes muy diferentes pero el que destaca sobre todos es el hormigón y es que desde que se ha comenzado a utilizar este material, cada vez su presencia es mayor en todas las edificaciones que se construyen a lo largo de todo el mundo, tanto sea de obra civil como obra pública. Por este motivo los avances que han acompañado a este material a lo largo de los años han sido tantos como los tipos de construcciones que con él se han creado, es por ello que compañías como Eiros han encontrado su lugar en el mundo de la construcción siendo proveedores de hormigón de calidad para multitud de obras.
En la actualidad el uso de prefabricados de hormigón se ha extendido en gran medida por sus ventajas que a continuación os desgranaremos ya que forman parte del por qué, la mayoría de constructores se decantan por este tipo de piezas ya previamente construidas.
Las ventajas de este tipo de material pasan por cuestiones muy diversas como el lugar de fabricación y es que como estas se desarrollan en plantas cubiertas y separadas del lugar de la obra, la producción de los prefabricados no se ve distorsionada y afectada por las diferentes condiciones meteorológicas adversas que puedan ocurrir, con lo cual los tiempos de fabricación siempre se podrán cumplir sin mayor inconveniente. Otra de las claves favorables pasa por la posibilidad de obtener una mayor precisión geométrica en todas las piezas ya que se fabrican en un espacio destinado específicamente para ello y por este mismo motivo, podremos obtener una mayor resistencia en las estructuras hormigonadas incluso en casos extremos como incendios. Asimismo, y debido al lugar en el que se construyen y que ya hemos mencionado podemos tener un control muy superior al que tendríamos si fabricáramos el hormigón en la obra directamente puesto que, al hacerlo en la planta, podremos usar dosificadores y controles de calidad más precisos y a los que en el lugar de instalación no tendríamos acceso por su complejidad y fragilidad. También conseguiremos luces mayores con el hormigón pretensado si lo hacemos en plantas ya que como lo haríamos tradicionalmente es técnicamente inviable.
Otra de las ventajas clave para utilizar este tipo de material es que podemos comenzar a fabricar las piezas antes incluso de haber comenzado a mover las tierras en la obra puesto que de esta forma podremos ir adelantando trabajo, almacenando los prefabricados hasta el momento oportuno en el que debamos situarlos ya en el proceso de construcción. Esta ventaja es especialmente buena si la obra es de un tamaño importante. Por este mismo motivo, se reducirán considerablemente los plazos de ejecución ya que no tendremos que esperar a que fragüe el hormigón o a apuntalar, encofrar… Además, ahorraremos también en costes puesto que al no tener que hacer estas tareas que os hemos indicado, tampoco tendremos que pagar los salarios relacionados con ellas. Por estos motivos y otros en los que no hemos entrado especialmente, los prefabricados de hormigón son en la actualidad y serán en el futuro, un gran punto vertebrador de la construcción en todo el mundo y no solo en nuestro país.
Desventajas del uso de prefabricados de hormigón
A pesar de todo lo que os hemos comentado hasta ahora, en los pretensados, aunque ganan con diferencia las ventajas que supone su uso, no todo lo que reluce es oro ya que como a continuación os señalaremos, a veces, los pequeños detalles que surgen de que su fabricación no sea en el lugar de instalación pueden afectar al resultado final. En ocasiones como se realizan las piezas con bastante anterioridad al momento en el que se van a instalar, el almacenaje, el transporte e incluso el izado pueden no hacerse correctamente si los profesionales desconocen cómo hacerlo, lo cual puede afectar no gravemente, pero si influir en la resistencia del elemento. Además, este tipo de piezas hasta una vez finalizado por completo el montaje suelen ser bastante alterables sobre todo si las sometemos a diferentes esfuerzos horizontales a la hora de montarlas. Estos esfuerzos por los que hacemos pasar a las piezas no quedan aquí ya que, en muchas de las ocasiones, bien sea por descuido, por desconocimiento o porque no tenemos otra forma posible de posicionarlas en su lugar final, las obligamos a soportar esfuerzos muy superiores a los que se vean obligadas a soportar una vez situadas en su posición.
Por último reseñar que los prefabricados no es algo que podamos obtener de la noche para la mañana y es que salvo que haya instalaciones ya construidas para crear este tipo de piezas, diseñar y montar una nueva requiere de un importante gasto de bienes monetarios puesto que además del gasto de montaje de la planta, debemos comprar los moldes, maquinaria y los terrenos en los que la instalaríamos, por ello este tipo de montajes se hacen para obras a gran escala como puede ser el AVE mientras que para edificios, no suele ser lo más común.