Existe toda una ciencia ligada a construir los mejores espacios de trabajo con el fin de garantizar un aumento de la eficiencia y la productividad de los trabajadores y trabajadoras que conforman la plantilla de una empresa. Cualquier aspecto, por mínimo que pensamos que sea, genera una influencia a todos los niveles. Y está claro que las personas que se encuentran al cargo de las empresas saben de primera mano que es imprescindible poner todos los ingredientes posibles para conseguir una eficiencia que va a ser fundamental para garantizar la rentabilidad futura de la entidad.
¿Qué tipo de cosas se suelen valorar para intentar que un espacio de trabajo sea óptimo para generar esa productividad? Lo cierto es que hay muchas, algunas de las cuales mencionamos a continuación:
- La presencia de luz natural, porque supone un desahogo para la vista y la mente humana.
- Una distribución correcta de los espacios, lo que puede hacer posible que nos sintamos mucho más cómodos y se prevengan accidentes laborales.
- Un espacio de trabajo amplio, protagonizado por un escritorio en el que tengamos a mano todo lo que necesitamos para realizar nuestro trabajo.
- Una iluminación artificial correcta, lo cual es indispensable para que no tengamos la necesidad de forzar demasiado la vista.
- Un lugar de esparcimiento, como alguna máquina expendedora para poder adquirir un café mientras estiramos las piernas.
- Para las reuniones grupales, es mejor contar con un espacio diferente para que no nos sintamos encasillados siempre en el mismo lado.
Todo lo que acabamos de comentar es importante, pero está claro que no es lo único. Nosotros somos de esa estirpe de gente que considera que el suelo es otro de los factores de gran importancia a la hora de garantizar la comodidad de la gente. Y, en ese sentido, creemos que la moqueta es una de las opciones más interesantes para el suelo de una oficina. No solo la pisada es más cómoda con un material así, sino que además permite que el suelo no se enfríe y que la sensación de frío durante los meses de invierno sea menor.
Hay lugares en los que se suele apostar más por este tipo de elemento para las diferentes superficies… y uno de esos sitios es el Reino Unido. Es así como nos lo cuenta la noticia que os enlazamos a continuación y que pertenece a la página web del diario El País. La moqueta se usa prácticamente en todos los lugares y en las casas están casi en todas sus habitaciones, lo cual sorprende y mucho a las personas que llegan allí desde España. Como veis, hablamos de una cuestión que también tiene que ver con la cultura de la gente y, en ese sentido, estaría bien que en España viéramos en la moqueta una de las mejores maneras de cubrir nuestros suelos para garantizar la comodidad, lo que traducido a una jornada laboral es sinónimo de productividad.
Muchas empresas que cuentan con oficinas en nuestro país han desarrollado estudios para conocer la manera en la que podrían implementar mejoras en lo relativo a la eficiencia de su gente en ese tipo de espacios. La actividad que muchas de esas empresas llevan a cabo para cumplir con ese objetivo no es otra que la instalación de una moqueta para el suelo. En Briconeo vienen constatando que la moqueta empieza a ganarle la partida al parquet en este sentido y también garantizan que esto se debe a que, además de una mejor comodidad, también asegura un mantenimiento bastante mejor.
Una mejora evidente en el rendimiento
Las oficinas en las que se instala un tipo de superficie como la moqueta experimentan un crecimiento en lo que tiene que ver con el rendimiento de sus empleados y empleadas. Las propias empresas son las que se han dado cuenta de esto y las que se han beneficiado de un cambio como tal. Este es uno de los casos que muestran más claramente que no hace falta realizar una inversión demasiado grande para potenciar la capacidad de trabajo con la que cuenta una plantilla. La voluntad de los dirigentes para implementar mejoras como esta es siempre lo que va a determinar si el terreno está abonado para experimentar avances en el seno de la empresa.
Cuidar de este tipo de detalles es lo que puede marcar (y de hecho, marca) una diferencia entre el éxito y el fracaso en un negocio. Por eso, en las empresas tiene que existir una cultura que vaya dedicada a promover mejoras en todos los sentidos y a velar por una eficiencia laboral que no sólo depende de las capacidades de cada una de las personas que se desempeña en el negocio. También es algo que depende del entorno en el que se trabaja, un entorno que hay que cuidar y que va a ser muchas veces el responsable de una mejora sustancial de los datos económicos que genera la empresa.