Cada vez hay más puestos de responsabilidad a cargo de mujeres, pero las cifras de muchos estudios siguen hablando de una cierta desigualdad en este sentido.
Así, según una investigación desarrollada por el Instituto Peterson for International Economics en España solo el 14% de las empresas analizadas tienen representación femenina en los consejos de administración y apenas un 3% de ellas desempeñan un rol de consejera delegada.
Muy consciente de esta realidad no dudé en recurrir a todos los medios a mi alcance para conseguir mejorar en mi profesión cuando empecé a plantearme seriamente la creación de mi propia Startup.
Así fue como conocí el concepto de Mentoring y busqué un servicio de Mentoring que se adaptara a mis necesidades.
De hecho, en el campo del emprendimiento es muy habitual la figura de un mentor. Así, por ejemplo, la Red de Mentores de Madrid I+D contribuye anualmente a la puesta en marcha de una treintena de nuevos proyectos empresariales. En palabras del director de esta Red de Mentores “para una Startup acelerar el proceso de aprendizaje es clave porque se está jugando su dinero y su futuro”.
Habilidades, estrategia y conocimientos son las áreas que más trabajan los mentores para acelerar estos procesos de emprendimiento con éxito.
Por otra parte, la figura del Mentoring, que no es ni mucho menos nueva, pero que en los últimos años se ha instalado con fuerza en los organigramas de las grandes empresas y en otros campos de emprendimiento.
Ventajas de Contratar un Servicio de Mentoring
El Mentoring puede ayudarte a cambiar tu realidad profesional y todo lo que va parejo con una nueva auto confianza y seguridad personal.
El origen del término está ligado a la mitología griega. Mentor era un amigo de Ulises y éste le encomendó la educación de su hijo Telémaco cuando partió a Troya. Si bien, quién realmente fue guía y tutela de Telémaco es la diosa Atenea disfrazada de Mentor. Así que, en realidad, el primer mentor fue una mujer.
Hablándolo con una amiga que también era autónoma y tenía su propio negocio como fotógrafa me comentaba que cualquier momento es bueno para recurrir a un mentor. Este identificaría mis dudas, problemas y necesidades y trabajaríamos sobre ellos.
Lo cierto es que, en cuanto me puse a investigar un poco más sobre el tema me surgieron muchas dudas que mi amiga me resolvió rápidamente. Y es que dudaba en qué era lo mejor para mi caso personal si un mentor o un coach hasta tenía dudas de si era mejor tener un sponsor.
En cuanto me explicó las funciones de cada uno lo tuve mucho más claro. De hecho, cada uno desarrolla un método distinto para alcanzar una meta. El “coaching” por su parte, aporta sugerencias, ideas o conocimiento. Es un sistema cuyo objetivo está relacionado con desarrollar alguna habilidad, aprendizaje o conocimiento.
El mentor, por su parte, es un modelo de referencia. En una empresa, por ejemplo, es alguien que tiene más veteranía en el rol. Entre sus papeles está la transmisión de cultura y valores.
En cuanto al término “sponsor” responde a los procesos que llevan normalmente a algún senior o con influencia en una organización a ayudar a otra persona a ganar visibilidad o promocionarla.
Mi amiga me recomendó los servicios de Factor Humano, una consultora internacional especializada, precisamente en el factor humano.
Cuentan además con una división tecnológica e Innovación que implementa diferentes soluciones tecnológicas de última generación para sus servicios de Consultoría y Formación.
Por otra parte, están especializados en Consultoría de Factor Humano y en prestar, entre otros servicios de coaching y mentoring.
Mi amiga me recomendó especialmente sus servicios y me explicó el funcionamiento de este proceso de Mentoring, trazando una hoja de ruta personalizada con un carácter muy orgánico siempre con un sistema muy abierto y flexible con la apertura mental de ambas partes trabajando para conseguir los mejores resultados en el emprendimiento de una nueva actividad profesional.