Vivimos en el Estado del bienestar y, aunque muchas veces nos quejamos de cosas que tienen motivo de queja, hay que decir que tenemos más posibilidades de vivir bien ahora que antes. Hay muchas más maneras de disfrutar de la vida porque tenemos más ocio, las viviendas que se edifican ahora son de una mayor calidad y, además, gozamos de una mayor libertad. Todo eso hace posible que seamos más felices, que disfrutemos más de cada segundo que tenemos cuando estamos fuera del trabajo, ya sea fuera de casa, con amigos o familiares, o en nuestro propio domicilio.
Hay muchas cosas que definen a una buena vivienda y en la cual tener una vida que nos satisfaga. Podríamos hablar del número de metros cuadrados, que es fundamental para eso. También nos podríamos referir a si está ubicada en una zona tranquila y en la que haya servicios como hospital, supermercados o transporte público cerca. El número de dormitorios o el garaje también es importante. Y, como no podía ser de otra manera, podemos hablar del elemento definitivo para hacer de una vivienda un templo del bienestar. Sí, amigas y amigos, hablamos de la incorporación de una piscina.
Se trata de un elemento especial, que hace las delicias de los pequeños y también de los mayores. Y es que tener a nuestra disposición una piscina en casa nos permite no tener que depender de ir a una que se encuentre abierta a todo el mundo y que, de alguna manera, se pueda masificar. Una piscina en casa es sinónimo de tranquilidad y eso lo saben no solo las personas que disponen de una piscina en casa, sino toda esa gente que alguna vez ha visitado una piscina privada, aunque no sea suya. Y esa tranquilidad es ciertamente impagable.
Se trata de un elemento que proporciona tranquilidad pero que también nos permite obtener beneficios para la salud y la mente, que son los que están relacionados directamente con el ejercicio de la natación y que desgranamos a continuación con la ayuda de un artículo publicado en la página web de Salud más Deporte.
- Se trata de un ejercicio que produce un bajo impacto sobre los huesos y las articulaciones.
- Hace que trabajemos la flexibilidad y la elasticidad, dos aspectos que vamos perdiendo con el paso de los años y que incluso son mayores en las mujeres que en los hombres.
- Como no podía ser de otra manera, nadar ayuda a quemar grasas. Esta es una noticia que seguro que mucha gente estaba esperando escuchar.
- Permite combatir enfermedades de corte crónico como el asma, el colesterol y la diabetes. Por tanto, le viene bien a un enorme porcentaje de población en España.
- Mejora el sistema respiratorio y aumenta la capacidad pulmonar. Si habéis sido fumadores, por poner un ejemplo, tener una piscina en casa os vendrá de perlas.
- Proporciona beneficios neuronales y cognitivos. El cerebro recibe más oxígeno y se muestra más activo.
- Hay ventajas de corte respiratorio como los hechos de que el cerebro recibe un 10% más de oxígeno y el corazón impulsa la sangre hasta un 18% más. No esta nada mal.
- Hay beneficios psicológicos como la reducción del estrés, que se alcanza cuando nos sumergimos en el agua.
Teniendo en cuenta todo lo que hemos dicho hasta ahora, es lógico que se haya acrecentado la cantidad de personas que desean disponer de una piscina en su casa. Y eso es algo que se está empezando a ver en determinados lugares de la geografía española. Y de ellos es la Comunidad de Madrid, que, según la noticia del diario El País que os vamos a enlazar a continuación, disponía en el mes de agosto de 2021 de 2 piscinas privadas por cada 100 habitantes. Se trata de un dato que deja claro qué es lo que los madrileños y madrileñas determinan como calidad de vida y las preferencias que tienen en la cabeza para tratar de llegar a ella.
Desde luego, es una cuestión que es recomendable que pongáis en marcha si tenéis el espacio suficiente para hacerlo en vuestro hogar. Es posible que, en un principio, os pueda dar algo de pereza porque implica un trabajo durante varios días y semanas en el interior de vuestro domicilio, pero os podemos asegurar que merece la pena. El hecho de poder estar en casa y dentro de la piscina sin límite de horario durante las noches de verano es algo que contribuye de una manera más que evidente a que podamos relajarnos. Y eso no tiene precio en una sociedad en la que el estrés se ha convertido en el compañero de viaje de muchísimas personas.
Los meses de frío, los idóneos para aprobar este proyecto
Es idóneo que, una vez que hayamos pensado instalar una piscina en el hogar, tengamos claro cuál va a ser el calendario a seguir para que la empresa en la que hayamos confiado ejecute el proyecto. En este sentido, os diremos que lo que suele ser habitual en este sentido (y lo que es mejor, de hecho) es que se comience con los trabajos en los meses de frío. Puede ser en noviembre o en febrero, pero es conveniente que dejemos un margen considerable antes de que podamos empezar a usarla. Con que la tengamos instalada para el mes de abril es suficiente.
Es en estos meses, en los que el frío todavía caracteriza el día a día de nuestro país pero en los que poco a poco vamos viendo la llegada de la primavera, cuando nos decantamos por instalar una piscina de obra en casa. Esta es una situación habitual en el interior de nuestras fronteras según hemos podido saber gracias a RaMa piscinas, especializados en piscinas de diseño y a servicios como los de mantenimiento, cubiertas o climatización. Es una opción inteligente: queremos tener todo listo para cuando llegue el verano y si nos ponemos a hacerlo en primavera quizá se nos haga demasiado tarde.
La verdad es que solo tenemos que ver el antes y el después de nuestra vivienda cuando instalamos la piscina. Y es que no cabe la menor duda de que cambian muchas cosas cuando incorporamos una piscina a nuestras instalaciones. Desde luego, es algo que siempre recomendamos en caso de que contéis con el espacio suficiente en el hogar y de lo que no os vais a arrepentir en absoluto. Si alguna conclusión se puede extraer de ese aumento que se viene produciendo en lo que al número de piscinas privadas existentes en España se refiere, es precisamente esa: que todo el mundo se muestra satisfecho cuando dispone de este elemento.
Además, es una inversión perfecta y prácticamente insuperable. Si instalas una piscina en casa y en algún momento te tienes que marchar de la misma porque cambies de ciudad por trabajo, por ejemplo, puedes vender la vivienda por un valor mucho más grande. O alquilarla también por un valor superior. Si, por el contrario, vas a residir en esa casa durante el resto de tu vida, la inversión la estarás haciendo en bienestar tanto para ti como para el resto de tu familia. Que no te quepa la menor duda.
Hemos venido a esta vida a tener el máximo bienestar posible y tenemos la obligación de tener siempre en la cabeza todo lo que hace falta para vivir bien. La piscina es siempre una de las mejores opciones que tenemos para ello y no cabe la menor duda de que la gente lo sabe. Ya lo hemos visto con los datos que he ido describiendo a lo largo de este artículo. Y seguro que se van a producir muchos más datos que van a refrendar esta teoría. A fin de cuentas, las personas tenemos una idea bastante parecida de lo que implica tener un bienestar considerable.
¿Qué hay mejor que poder estar en casa durante una noche de verano y que toda la familia se reúna alrededor de la piscina? Primos, tíos, abuelos, niños… todos y todas pueden disfrutar de todo lo que tiene que ver con un goce como del que estamos hablando. También podemos preparar una velada con amigos y amigas. El caso es que la diversión está más que asegurada. Solo nos hace falta ser un anfitrión de primera, algo que ya hemos conseguido en parte si les hemos invitado a disfrutar de nuestra piscina.
Cuando una persona tiene una casa con piscina, tiene lo más parecido a un tesoro que nos podamos imaginar. Y lo sabemos. Por eso, este se ha constituido en las últimas décadas como uno de los grandes objetivos de la vida de los españoles y españolas. Y es que, cuando tenemos un hogar como del que estamos hablando a nuestra disposición, es que hemos hecho las cosas bien en nuestra vida… o hemos tenido suerte, si lo queremos decir así. Lo cierto es que todos y todas merecemos un entorno así para disfrutar, más que padecer, nuestro día a día.