El mundo se ha transformado por completa en una enorme variedad de ámbitos en los últimos años. Y los cambios no han afectado solamente al modo en el que trabajamos, sino también al modo en el que vivimos. Es simple. La vida que teníamos antes ya nada tiene que ver con la que teníamos ahora. Y cada día va cambiando más y más, hasta llegar a un punto en el que ninguno de nosotros seamos capaces de reconocer la sociedad en la que vivimos con respecto a la sociedad en la que crecimos. Así de claro.
La pregunta que cabe hacerse a estas alturas es: ¿El cambio ha sido para bien o para mal? Como con todos los cambios que se producen dentro de un proceso o de la vida misma, este trae ventajas e inconvenientes. En lo que respecta a las primeras, hemos sido capaces de hacer más rápidos y más ágiles nuestros procesos, teniendo la posibilidad de dedicar el tiempo sobrante a otra serie de actividades y ser así más eficientes. En lo que tiene que ver con los segundos, hay que decir que durante muchos años nos hemos encontrado expuestos a cualquier tipo de peligro que existiera, por ejemplo, en Internet.
En lo relativo al mundo empresarial, son muchas las empresas que se han visto obligadas a invertir una parte de sus beneficios en la adquisición de herramientas que les permitieran funcionar en la red sin sufrir las consecuencias que tienen todos los virus y malhechores que les pueden jugar una mala pasada en este campo. Y es que, como apunta el portal web PR Noticias, invertir en seguridad tiene que ser primordial, prácticamente una obligación, para cualquier lugar que opere en Internet. De lo contrario, la exposición a problemas de todo tipo es más que evidente.
Pero, por desgracia, esta no es la rutina habitual en las empresas españolas, sobre todo en las que son de tamaño pequeño o mediano. Tal y como apunta el diario El País, la inversión que realizan las entidades de menos de 250 empleados en ciberseguridad en España es inversamente proporcional al riesgo que tienen de ser atacadas, un peligro que prácticamente no tiene límites y que puede jugar un papel fatal a la hora de determinar el futuro más próximo y el porvenir a largo plazo de la entidad en cuestión. Lo suficiente para estar asustado, ¿verdad?
A pesar de la escasa o nula inversión que nuestras pequeñas empresas han desarrollado tradicionalmente en un aspecto como lo es el de la ciberseguridad, los empleados de una entidad como Inforges, muy relacionada con todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías, han llegado a la conclusión, en un reciente estudio, de que la tendencia parece que está empezando a cambiar. Parece ser que se acaba de dar un paso hacia delante en lo que tiene que ver con la materia de seguridad en la red y las empresas más pequeñas están dispuestas a beneficiarse de él.
Padecer un problema, la principal razón del cambio
Todo parece innecesario cuando no se ha padecido un problema cibernético que afecte de un modo directo a nuestra actividad. Muchos de los responsables de las pymes no creen que su página web pueda ser objeto de cualquier problema en la red… hasta que pasa. Es entonces cuando deciden que algo tienen que cambiar y que la seguridad informática puede jugar un papel bastante más importante en su día a día que el que podían haber llegado a pensar tan solo unas semanas atrás. Es así de sencillo. Padecer el problema es comprender la solución.
La pena es que, para cuando muchas entidades deciden tomar cartas en el asunto, ya han podido sufrir las consecuencias de una estafa cibernética o de algo similar. A pesar de ello, hay que mirar hacia delante y apostar por algo que impida que esa situación vuelva a repetirse bajo ningún concepto en algún momento del futuro. La verdad es que es la apuesta por los modernos sistemas de protección la que permite que, cada día, miles y miles de emprendedores se puedan marchar tranquilamente a la cama. Y eso, señoras y señores, no tiene precio en los tiempos que corren.
¿Qué hay del futuro? Muchos dicen que los hackers no tardarán en conseguir burlar los modernos sistemas de seguridad y volver a tener manga ancha para hacer cualquier estropicio a cualquier entidad, sin importar su tamaño o la inversión que haya hecho en seguridad informática. Pero hay que tener presente otra cosa: los avances también llegar al bando de los buenos. También desde las empresas de seguridad informáticas se avanza de manera sustancial para garantizar la seguridad de todos los negocios. Es a eso a lo que nos tenemos que agarrar. Es la única alternativa.