Hay tres profesiones con las que se podría decir que todo ser humano nace aprendidas. En cada persona reside un político, un entrenador de fútbol y un decorador. Sin embargo, la mayoría de nosotros solo llegamos a ejercer la tercera a lo largo de nuestra vida. La decoración forma parte de nuestro día a día. Cada vez que tenemos que reformar o amueblar la casa. Pero nunca antes había sido tan sencillo como ahora.
Las tiendas de muebles online han contribuido a que la rapidez y la comodidad a la hora de amueblar o hacer pequeños cambios en casa –o simplemente tomar ideas para el futuro– se hayan convertido en la norma. “Ya no es necesario, como se hacía antiguamente, recorrer todas las tiendas de muebles de la zona en la que vives para hacerte una idea de qué se llevaba y cuáles eran los precios en los que se estaba moviendo el mercado”. Lo cuenta María, una madre de unos 40 años que acaba de amueblar por primera vez la habitación de su primer hijo, Pablo. “Recuerdo que cuando yo tuve mi primera habitación, mis padres y yo visitamos un montón de tiendas especializadas que había en el barrio. Hoy ya han cerrado casi todas. Solo queda una abierta”.
Ante la pregunta de cómo ha decidido amueblar ella la habitación de Pablo y el resto de su casa, no vacila: “Internet me ha servido para tomar ideas y hacerme una idea de lo que iba a tener que pagar”. María, confiesa que la habitación de Pablo la ha encargado, de forma íntegra a una tienda de dormitorios juveniles online. Sin embargo, para el resto de la casa asegura que aún no controlaba internet y no se terminaba de fiar y por eso se decantó por visitar varios establecimientos, tanto grandes almacenes de muebles como pequeños comercios dedicados en exclusiva a este sector.
Esa desconfianza ha sido, históricamente, una de las barreras que han impedido el desarrollo más rápido del comercio online. “Yo no me terminaba de fiar. Ya tenía algunos amigos que hacían compras por la red, pero a mí no me daba buena espina. Quizás todavía era una anticuada”, dice entre risas. No obstante, el crecimiento de las nuevas generaciones ha potenciado el despegue total de este tipo de comercio online. “Los jóvenes han crecido con todo este tipo de máquinas y modelos de negocio. Por eso se muestran mucho más abiertos a confiar en este tipo de compras”.
Pese a sus reticencias iniciales, María confiesa que la experiencia ha sido satisfactoria. La rapidez y profesionalidad con la que ha recibido el producto y la atención cordial al cliente es, asegura, uno de los datos que más le han sorprendido. “Sin duda que volvería a comprar muebles online”, completa, mientras coloca la colcha de Pablo, que se ha doblado por la esquina de la que se acaba de levantar ella.
María es solo una muestra de una tendencia cada día más extendida en nuestro país. El mercado online se ha extendido de tal forma que ahora se compran productos que hace unos años era impensable que pudiesen adquirirse frente a la pantalla de un ordenador. “Nunca pensé que un día encargaría todos los muebles juveniles necesarios para una habitación por internet y que solo tendría que esperar a que me la trajesen e instalasen”. La madre de Pablo se muestra encantada con una modalidad de comercio que, hasta hace unos meses, ni siquiera se había aventurado a probar. “Primero encargué compras pequeñas, por probar. Después, fui aficionándome a las compras por internet en Amazon y otras plataformas. Y ahora, mira”, dice mientras sonríe al entrevistador.
Está claro que las tendencias cambian constantemente y que algo que no haríamos hoy, probablemente en el futuro reciente sea una actividad completamente interiorizada en la sociedad. Lo que sí parece claro son dos cosas. La primera es que seguro que internet juega un papel en esa actividad que está por venir. Lo segundo, que Pablo descansará como un ángel en su nueva habitación: no ha parado de corretear en todo el rato que hemos hablado con su madre.